
"El paciente está estable al igual que su madre. Es un chico fuerte y volverá a jugar al fúbol", comentaron los médicos que tratan a Davenport del ataque sufrido en su domicilio.
En un primer momento todo apuntaba a que no podría volver a jugar al fútbol nunca más. Incluso se temió por que pudiese llegar a perder las piernas, aunque todo esto, ahora, parece quedarse a un lado, por suerte.
Por el momento, la policía ya señala a dos sospechosos, dos jóvenes de 19 y 25 años a los que se les acusa de las agresiones, de conducir sin licencia y de portar un arma blanca.
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